José Antonio Aguilar Bodegas logró el objetivo de colarse en el tablero del trasiego sexenal a través de los acuerdos y pactos en lo oscurito pues a leguas se distingue que a cambio de dejarle libre el paso a Samuel Chacón en la diputación federal aceptó la Secretaría del Campo, de esta forma Manuel Velasco se vio obligado a revivir al famoso JOSEAN quien no daba una desde aquella derrota impregnada en la “traición” de “Fuerza Democrática” pero hoy de nueva cuenta renace en la vida política con “la encomienda especial” de atender al campo chiapaneco, Bodegas conoce de sobra todos los rincones del estado el que recorrió por más de una veintena de ocasiones durante aquella campaña política que hizo caer en desgracia al Revolucionario Institucional PRI, además como buena “araña” teje bien las redes de las tenebras del poder, en la antesala de las elecciones federales y locales el güero Gober necesita un escenario sin tantos sobresaltos con la línea colorada y quien mejor que el Secretario del Campo de filiación priísta para que le ayude al propósito de tranquilizar las aguas y llevar carro completo en las elecciones venideras, no hay que olvidar que durante el sexenio Sabinista la Secretaría del Campo se convirtió en una agencia de colocaciones donde desfilaron algunos “priístas renegados” dentro de ellos el ex alcalde comiteco Jorge Constantino Kanter como Subsecretario de Ganadería de la Secretaría del Campo SECAM y Subsecretario Forestal que en su época dieron mucho de qué hablar porque nadie supo y nadie sabe dónde fueron a parar los millonarios recursos que servirían para reforestación, restauración y viveros, un programa que en ese entonces no produjo ni una planta pero que funcionó como premio de consolación a quienes apuñalearon al tricolor con el propósito de remar contra la candidatura de Aguilar Bodegas;
hoy con el nuevo nombramiento pueden cambiar las cartas a favor de un proyecto más verde que colorado, lo veremos y confirmaremos cuando las distintas delegaciones y diferentes áreas de esta secretaría comiencen a cambiar de encargados o titulares, cuando en la Chacona se vayan desempolvando una serie expedientes que harán cambiar de opinión a quienes dicen ser más colorados que el propio Chapulín, así son estas cosas de los políticos y de la política, no es de sorprenderse que un día de tantos hasta los mismos demonios quieran tener su infierno verde, por eso hay que tener mucho cuidado con el nuevo Secretario del Campo quien una vez “controlando” las riendas de la agronomía chiapaneca puede “desenvainar” la espada y aprovechar el viaje para “ajustar unas viejas cuentecitas”.
